Alegra a Chapala Festival de Culturas Vivas de la Ribera
El malecón de Chapala se transformó en un escenario multicolor con teatro callejero, danza aérea y rituales ancestrales; el Festival de Culturas Vivas contó con la participación de grupos de teatro de Colombia.
CULTURA | Marco Antonio Guízar
CHAPALA, Jalisco. [ABC Medios]- Con color, tradición y arte comunitario, el malecón de Chapala se convirtió en el corazón del primer Festival de Culturas Vivas de la Ribera, organizado por la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Estas actividades tienen a fin descentralizar las expresiones artísticas y fortalecer el tejido social.
Las y los espectadores y transeúntes disfrutaron de una tarde repleta de teatro callejero y rituales ancestrales, en un evento que priorizó el diálogo entre lo local y lo latinoamericano.
El primer día del festival destacó por su programación en el malecón. El espectáculo El Convite de los Enanos, a cargo del grupo tapatío La Coperacha, arrancó risas y aplausos al revivir una tradición con enanos cabezones y mojigangas.
En una especie de comparsa carnavalera, desfiló desde la plaza principal de Chapala para continuar por las calles y el malecón hasta llegar a la velaria, junto a la estatua de Jesús Pescador.
Gerardo Ascencio Rubio, Secretario de Cultura de Jalisco, destacó que el Festival de Culturas Vivas de la Ribera es una propuesta para tender puentes entre los colectivos latinoamericanos y la escena local con la finalidad de celebrar el teatro, la música y los títeres.
“Debo decirles que este primer festival que impulsamos desde el inicio de la Administración de la Secretaría de Cultura de Jalisco, nos parece que es un paso con el pie derecho porque cumplimos con el propósito de descentralizar las iniciativas culturales directamente donde están ustedes, donde están las personas en el espacio cotidiano, y con más gusto cuando el espacio cotidiano es un lugar como éste”, expresó Ascencio Rubio.
El cierre del Festival, en Ajijic, incluyó la puesta Cirilo y la Guacamaya, una obra donde los títeres, las máscaras, el teatro y la música se unen para contar la historia de un pequeño guardián de la selva. La jornada concluyó con un ritual wixárika guiado por el marakame José Isabel “Perico” Díaz.
Con esta iniciativa Jalisco refrenda su apuesta por convertir las prácticas comunitarias en motor de identidad y desarrollo.

